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EL CONFINAMIENTO Y LOS PERROS ACTIVOS

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Estamos viviendo una situación excepcional que esta trastocando la vida de familias enteras y también la rutina de las mascotas. Aunque el estado de alarma permite pasear a los perros tres veces al día para que puedan hacer sus necesidades, muchos de nuestros canes no pueden desfogarse lo suficiente y sobre todo, los perros de mayor tamaño y de razas muy activas, lo están pasando muy mal por la reducción del ejercicio necesario para tener una mascota calmada en casa. Como consecuencia de ello, muchos perros descargan toda su frustración en el interior del hogar, desahogandose con un exceso de actividad o incluso manifestando conductas destructivas para paliar su ansiedad.

¿Qué podemos hacer al respecto? La verdad es que no gran cosa. Siempre he pensado que el mejor tratamiento para un problema de conducta canino es cansar al perro, que es lo que difícilmente podemos hacer en estas circunstancias. Pero hay una serie de cosas que podrían ayudar un poco a que nuestro can esté más calmado en casa y la convivencia no llegue a convertirse en una pesadilla,

Hay que tener en cuenta que muchas razas de perros, como las cazadoras o las pastoras como el border collie, por ejemplo, son razas de trabajo que necesitan una mayor actividad física y mental que un Yorkshire o un caniche, por ejemplo. Y ya que tenemos limitada la actividad física, tenemos que trabajar sobre todo la actividad mental de estos perros.

Mucha gente piensa que un border collie por ejemplo ha de correr mucho y así cansarse. Es cierto, pero un perro pastor no está corriendo detrás de las ovejas continuamente. También hay largos periodos de tiempo en que está tumbado vigilando, eso sí, sin perder de vista el rebaño. Su actividad mental es tan importante como la física. Por eso debemos inventarnos trabajos, juegos y otras formas de entretenerles en casa. 

Los juegos interactivos para perros son unas buenas herramientas que nos ayudarán a estimular la mente del perro y cansarlo lo suficiente para que llegue al estado de calma que necesitamos.

¿Y cuál es el sentido canino con el que más disfruta un perro? Con el olfato.  Y por ello es recomendable los juegos olfativos, como por ejemplo repartir pistas olorosas por la casa, o montarles una especie de gincama con obstáculos que tenga que superar para conseguir su premio.

Además existen algunos artículos y objetos que nos pueden ayudar en esta misión.

Los juguetes rellenables tipo Kong: Son juguetes de goma o plástico muy resistentes y huecos, que permiten rellenarlos con golosinas o comida. Para un perro, estar ocupado es muy importante, y la comida que se oculta, al ser difícil de extraer, hace que el animal pase mucho tiempo intentando atraparla. La gran ventaja de estos juguetes es que son muy seguros y que se pueden rellenar con comida diferente cada vez. Yo aconsejo como relleno, los típicos quesitos blandos triangulares que se venden en cajas, ya que se pueden untar en el interior del juguete y les resulta más costoso conseguir comérselo, por lo que el juego tendrá una mayor duración. Los Kong son de muchas formas, y rebotan y ruedan de forma diferente a una pelota, por lo que atraen mucho más la atención del animal. También existen los cubos dosificadores con  varios compartimentos donde podemos introducir comida. 

Las alfombras olfativas: Son un tipo de alfombras con largos flecos donde podemos esconder o esparcir los premios entre ellos, para que queden escondidos y el perro tenga que buscarlos utilizando su olfato.

Los juegos de olfato plantean a los perros nuevos retos y les motivan a enfocar todo su interés en oler. Con estos ejercicios conseguiremos que se cansen mentalmente se calmen, y se sientan bien por el buen trabajo realizado. El uso del olfato está muy relacionado con el desarrollo del autocontrol y la gestión de las emociones.

Es aconsejable utilizar estos juegos y juguetes sobre todo en casos de “emergencia”. Si los usamos demasiado, los perros dejarán de prestarle interés. Como a los niños, a nuestras mascotas les atraen más las cosas nuevas.

Otras pautas de conducta que debemos realizar son el reforzamiento de los comportamientos tranquilos. No debemos dirigirnos al perro solo cuando haga algo indeseable o demasiado excitable. Habrá momentos en que el perro esté más o menos tranquilo, y es cuando es importante que le hagamos ver que eso es lo que queremos. También es muy importante que si hay niños pequeños en casa, éstos respeten las horas de sueño del perro. Un animal que es despertado continuamente, sobre todo en la fase de sueño profundo suele desencadenar estados de ansiedad y estrés. Debemos implantar un horario de juego con el perro, igual que tiene un horario de salidas.

Escribir sobre este tema es complicado, ya que las limitaciones del confinamiento son un escollo difícil de superar. Pero ya que por lo menos, en estas circunstancia, algunos tenemos algo más de tiempo, debemos de cargarnos de paciencia e intentar inventar juegos que no exciten demasiado al perro activo y estimule su mente.

Javier R. Batallé

EL GOLPE DE CALOR

Los perros son muy buenos para mantener el calor corporal pero muy malos para deshacerse de él.

El golpe de calor es un accidente que desgraciadamente ocurre con mucha frecuencia en la época estival y generalmente es provocado inconscientemente por los mismos propietarios de sus mascotas. La típica frase “es sólo un momento, lo dejamos en el coche y volvemos enseguida” cuando las temperaturas son muy altas puede provocar la muerte de nuestro mejor amigo.

La temperatura corporal del perro oscila entre los 38,5 y 39 grados. Si el cuerpo de nuestra mascota llega a superar los 42 grados o menos pero con un nivel de humedad alto, se produce el fatal golpe de calor. El animal sufre la pérdida de glucosa y sales minerales, y un aumento del ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria. Esta situación puede llegar a causar una muerte fulminante. Los síntomas más visibles cuando se produce un golpe de calor son jadeo exagerado, tambaleo, negativa a moverse y temblores musculares.

Hay que evitar que este accidente ocurra porque la consecuencia suele ser fatal, y la prevención es la mejor forma para que no se produzca. Algunas medidas que debemos tomar cuando hace mucho calor son las siguientes:

- ¿Quién no ha dicho al intentar entrar en su coche después de dejarlo aparcado bajo el sol “Aquí no hay quien se meta”? Es imposible entrar, parece un horno, y debemos esperar unos minutos con las puertas abiertas hasta que se enfríe un poco. Pero el perro podría estar ahí, y si lo hubiéramos dejado, seguramente hubiera ocurrido el fatal desenlace. Nunca debemos dejar al perro confinado en un lugar cerrado y sin ventilación. Dentro del coche -aunque sea con las ventanillas semi bajadas-, en menos de 15 minutos la temperatura en su interior puede alcanzar los 50 grados y provocar la muerte del animal por un ataque de calor.

- Los parkings cerrados y las bodegas de los barcos también son muy peligrosos. Aunque podamos pensar que al estar cubiertos, no les da el sol, la acumulación de humedad y calor en estos lugares es muy importante.

- Los cachorros y los perros de edad avanzada son más propensos a sufrir un shock. Los primeros por tener el sistema inmunológico inmaduro, y los animales mayores al no poder mantener una temperatura corporal adecuada con la misma facilidad que un perro joven.

- No dar largos paseos bajo el sol con los perros. Adecuar los horarios de paseo con juego y ejercicio a primera hora de la mañana y última de la tarde. Algunos perros no son conscientes que han de parar de vez en cuando a descansar tras un periodo de ejercicio. Debemos detener el juego si vemos que jadea demasiado o hace mucho calor para seguir haciendo ejercicio.

- Los perros de manto negro, absorben más calor que los perros de piel o pelaje claro, y sufren más cuando están expuestos al sol.

- Si el perro lleva bozal, éste debe ser lo suficientemente amplio para que pueda sacar la lengua.

En el caso que se produzca un golpe de calor debemos actuar rápidamente, Estos serían los pasos a seguir:

1.- Intentar bajar la temperatura corporal del animal llevándolo a un sitio fresco y aplicar frío en las zonas más sensibles como la cabeza, cuello, inglés y axilas.

2.- Mojar al perro con agua no demasiado fría y humedecer su boca sin obligar a que beba.

3.- Llevar al perro con urgencia al veterinario.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

Posted on March 31, 2020 .

DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL CACHORRO

Publicado en animalia nº 221 - Diciembre 2009

El desarrollo psicológico del cachorro es un proceso muy importante por la influencia en el comportamiento del perro adulto. Desde su nacimiento, el perro desarrolla una serie de conductas influenciadas por los estímulos que recibe en cada momento y en cada etapa de su vida. Las relaciones de las crías con su madre y sus hermanos son fundamentales en la evolución posterior del perro.

El perro pertenece a una especie altricial, como los humanos y la mayoría de animales carnívoros, lo que significa que nace en un estado sensorial y motor atrasado. Los cachorros nacen ciegos, sordos y con una movilidad muy reducida. Dependen totalmente de su madre, encargada de alimentarlos, limpiarlos, darles calor y estimularlos para que hagan sus necesidades.

El desarrollo gradual, tanto físico como psíquico, de las especies altriciales provoca una   infancia más larga, y, en consecuencia, un comportamiento más moldeable y una capacidad de aprendizaje mayor que las especies precociales (la mayoría de los herbívoros), que pueden ver, oír y moverse casi como un animal adulto en cuanto llegan al mundo.

Los cambios de conducta que se producen en la infancia de un perro pueden dividirse en cuatro etapas: la neonatal, la de transición, la de socialización y la juvenil. Todas y cada una de ellas de gran importancia para su futuro comportamiento adulto.

LA ETAPA NEONATAL
El período neonatal abarca desde el nacimiento del cachorro hasta aproximadamente las tres semanas de vida. En este momento los únicos sentidos funcionales del cachorro son el olfato, el tacto y el gusto. Los ojos suelen abrirse a partir de los once días, aunque la vista no será operativa hasta una semana más tarde, y emperá a oír hacia el final de este período.

La capacidad de movimiento del cachorro es prácticamente nula y lo único que puede hacer es arrastrarse, empujando su cuerpo con sus patas delanteras para llegar a los pezones de su madre para alimentarse. Hasta los quince días sus extremidades no podrán aguantar su peso para ponerse de pie.

Durante este período las únicas actividades que un cachorro puede hacer de forma independiente son mamar y dormir con un sueño del tipo REM (Rapid Eye Movement), en el que aparecen temblores y movimientos reflejos. En cuanto a sus necesidades fisiológicas, debe ser la madre quien las estimule, lamiendo la zona perineal.  

LA ETAPA DE TRANSICIÓN
Después de la tercera semana de vida, cuando los sentidos del oído y la vista empiezan a ser funcionales, y la capacidad motora del cachorro le permite moverse con mayor facilidad, empezerá a alejarse de su madre y explorar el entorno, se desarrolla el período de transición, cuya duración es de unos diez días.

En esta fase son las crías que buscan el contacto materno y no al revés, como ocurría en la fase anterior. Los cachorros empiezan a identificar a sus congéneres y a relacionarse entre ellos, Duermen menos tiempo y aparece el sueño de onda lenta. Micción y defecación ya son voluntarias, por lo que no necesitan la estimulación de la madre.

A partir de ahora, el entorno tendrá una influencia cada vez mayor. Está comprobado que la manipulación de los cachorros (cogerlos y acariciarlos) de forma delicada tiene efectos muy positivos sobre su capacidad de aprendizaje y sus emociones. Se socializan mejor, aprenden más rápido y su respuesta a estímulos desconocidos se afianza.

LA ETAPA DE SOCIALIZACIÓN
El periodo de socialización es trascendental para el perro, ya que el aprendizaje adquiere una importancia decisiva gracias al proceso denominado impronta o periodo sensible, en el que el entorno tiene un efecto irrevocable, extendiéndose desde el primer mes de vida -en plena etapa de transición- hasta los tres o cuatro meses de edad. Durante este tiempo, cualquier estímulo del ambiente influye de manera extraordinaria en la conducta del perro.

Los cachorros se alejan más tiempo de la madre para explorar el entorno y el juego entre ellos ocupa casi la mitad de su tiempo. Mediante el juego los cachorros aprenden a utilizar y entender algunos signos de comunicación congénitos, como las posturas de dominancia, subordinación y la invitación a jugar. Además, gracias al comportamiento lúdico en la camada, se adquiere el aprendizaje de la inhibición del mordisco. El cachorro aprende que si durante el juego muerde demasiado fuerte, su hermano lo parará inmediatamente y se acabará la diversión.

Al ser mucho más activos, los cachorros también aprenden ciertas normas caninas maternas. A partir del mes y medio, la madre empieza a alejarse de los cachorros que quieren seguir mamando, iniciándose el destete, y les gruñe y muestra los dientes si se ponen muy pesados intentando mamar. Es así como empiezan a conocer el las prohibiciones.

El destete llega con la aparición de los primeros dientes, muy afilados. Los cachorros ya pueden empezar a comer alimentos sólidos, y se entablan las primeras luchas (principalmente simuladas) por el alimento y también por la posesión de algunos objetos. Es entonces cuando se establece un primer, aunque no definitivo, orden jerárquico.

A partir de los dos meses y medio, el comportamiento de eliminación del cachorro se dirige hacia zonas específicas, a una distancia prudencial de la zona donde duerme y se alimenta. La necesidad de eliminación suele ocurrir al despertarse, después de comer y tras una sesión de juego, y es precedida por un olfateo del lugar.

En esta etapa es el momento de habituar al perro a una gran variedad de estímulos. Hay que tener en cuenta que la socialización con las personas se efectúa, en gran medida, mediante la visión del individuo, por lo tanto, es necesario habituar al animal tanto a niños como a adultos.

Los animales que han sufrido aislamiento o una mala socialización durante este tiempo tienen una tendencia más alta a desarrollar futuros problemas de conducta como la preferencia social hacia otra especie (generalmente la humana), agresividad hacia otros perros, ansiedad o miedo.

LA ETAPA JUVENIL
En esta fase se establece el comportamiento jerárquico entre los perros, pero también con las personas. Instintos que no habían aparecido hasta ahora, como el sexual, el territorial y el depredador, empiezan a madurar y perfeccionarse gracias a la experiencia. Las luchas jerarquizadas entre machos dominantes pueden ser habituales y la agresividad territorial, por posesión de recursos, por competencia sexual, por miedo, o por dominancia, pueden aparecer de forma más aguda. Es por ello que los animales con tendencias dominantes necesitan ser educados para evitar futuros conflictos de relación.

El período juvenil termina en la pubertad, cuando los órganos sexuales del perro están completamente desarrollados, lo que suele ocurrir a partir de los seis meses, aunque algunos perros no son sexualmente activos hasta el año o incluso más tarde.

Controlar adecuadamente al perro desde su más tierna infancia, sobre todo en el período de socialización, y empezar a educarlo tempranamente (a partir de los tres meses) es muy importante para que el perro, llegado a la edad adulta, se convierta en un animal equilibrado, sin problemas psicológicos y conductuales.

¿CUÁNDO ADOPTAR UN CACHORRO?
El momento más adecuado para adoptar un cachorro es entre los dos meses y medio y los tres meses de vida, cuando el perro ya ha podido relacionarse con sus hermanos y algunas personas, además de haber explorado su entorno más cercano.

Los perros separados de su madre y de la camada demasiado temprano tienen tendencia a crecer nerviosos, tímidos, y muy dependientes de sus dueños, ya que no han completado adecuadamente el periodo de socialización. Esto puede provocar que futuras relaciones con otros perros puedan verse afectadas.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

LA HIGIENE DEL PERRO

Cuidar la higiene de nuestra mascota es muy importante. Además de evitar que huela “demasiado a perro”. Hay que tener especial cuidado con algunas partes de su cuerpo como la piel y pelo, los ojos, los oídos, la boca, los sacos anales, y las uñas.

En muchos casos, podemos ocuparnos nosotros mismos de su limpieza, pero a veces, dependiendo del tipo de perro es mejor que lo haga un profesional de la peluquería canina o un veterinario.

El baño
No hay que bañar al perro más de una vez al mes. Dependiendo de la raza y el tipo de perro habrá que cortarle o no el pelo y llevarlo a la peluquería mas a menudo, pero lo que necesitan todos los perros -algunas razas más que otras-, es un buen cepillado cada cierto tiempo.

Bañar muy a menudo al perro no es recomendable, ya que puede llegar a perder la capa de grasa que le protege tanto del frío como del calor. Y los champús que utilicemos no han de ser los mismos que usamos las personas, pues podría dañarle la piel. Existen gran variedad de champús caninos para todos los tipos de pelo.

Cuidado de los ojos
Es necesario limpiar los ojos de nuestras mascotas con asiduidad, pero hay razas de perros como el pug, el pequinés, el bóxer o el bulldog por ejemplo, que suelen tener la cara arrugada, con párpados caídos u ojos salientes en los que este tipo de cuidado es imprescindible. En estos perros, la suciedad y el polvo suele quedarse incrustado en sus arrugas y bolsas de los ojos y debemos controlar mucho más su higiene.

Para lavar los ojos, lo mejor es utilizar productos de venta en veterinarios y tiendas especializadas o un poco de manzanilla para limpiar bien. La solución se debe aplicar en la comisura del ojo y bajo el mismo, eliminando las manchas causadas por el lagrimeo y las legañas que puedan aparecer.

Limpieza de los oídos
Los oídos del perro son órganos muy sensibles y deben ser cuidadosamente controlados, especialmente si vemos que nuestra mascota agita la cabeza o tiende a rascarse con las patas, lo cual puede lastimarle.

En algunos perros puede aparecer una otitis alérgica o parasitaria. En estos casos debemos evitar el agua y el jabón cuando lo bañemos, y aplicar la solución que nos recomiende el veterinario. También hay que tener mucho cuidado al intentar limpiar el oído, y no utilizar los típicos palitos higiénicos de algodón, pues la mayoría de los perros se mueven mucho y, en una sacudida, podríamos dañarle el oído interno con ellos.

Algunas razas de perros, como los cockers, por ejemplo, al tener orejas grandes y caídas que muchas veces arrastran por el suelo, son más propensos a tener problemas en los oídos. En algunos casos, incluso puede introducirse una espiga dentro. Por eso hay que vigilar mucho más sus conductos auditivos.

Higiene bucal
La boca del perro ha de controlarse con frecuencia para evitar que se produzca sarro o infecciones en sus encías. Los perros que se alimentan de comida blanda son más propensos a padecer problemas de sarro y caries.

Una buena forma de contribuir a la limpieza de los dientes, además de un cepillado dental con un cepillo y un dentífrico adecuado para perros, es dar al perro cortezas de pan duro o trozos de manzana.

La limpieza bucal es muy importante para que no padezca halitosis (mal aliento) y no pierda los dientes antes de tiempo.

Limpieza de los sacos anales
Los sacos anales son unas glándulas que se encuentran a ambos lados del ano del perro y suelen vaciarse cuando el animal hace fuerza para defecar o, incluso también cuando se siente muy asustado. Funcionan de este modo de manera similar a la expulsión de liquido maloliente de una mofeta cuando se ve atacada por un enemigo.

En ocasiones, las glándulas anales, pueden enquistarse, producir demasiado líquido, o el perro, al defecar, no hace la suficiente fuerza como para eliminarlo de forma natural. Las bolsitas pueden llenarse en exceso, irritarse o infectarse. Es necesario vaciarlas de forma manual, y lo mejor es que lo haga un veterinario o un profesional de la peluquería canina.

El corte de uñas
Hay que revisar las uñas de nuestro perro por lo menos una vez al mes. Si crecen demasiado, es posible que el animal no camine bien y además le produzca dolor.

Los espolones o “quintos dedos” no tocan el suelo y por lo tanto, no se desgastan al andar. Por lo tanto hay que vigilarlos asiduamente. Cuando empiezan a crecer, suelen hacerlo en forma curvada y pueden llegar a clavarse en la piel del perro.

Para el corte de uñas, debemos mantener al perro muy quieto y utilizar un corta-uñas especial para perros. El mayor cuidado que debemos tener es no cortar demasiado, para no dañar la vena, lo que provocaría una abundante hemorragia y dolor y, sobre todo, no tocar el nervio, porque aún le dolería mucho más. En los perros que tienen uñas blancas es mucho más fácil observar hasta donde llega la parte viva y saber entonces por donde cortar.

Si cuidamos bien la higiene personal de nuestra mascota, evitaremos que se produzcan algunas enfermedades o infecciones, y además el perro se sentirá mucho más a gusto. Es importante acostumbrarle desde cachorro a la manipulación necesaria para limpiarle bien.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

Posted on March 19, 2019 .

¿QUÉ COLLAR Y CORREA NECESITA NUESTRO PERRO?

Publicado en Especies nº 130 - Noviembre 2009

Existen en el mercado una gran variedad de correas, collares y arneses para perros, cada uno de ellos de diversos materiales y formas adecuados para diferentes perros. Todos estos artículos tienen dos funciones muy importantes: el control y la educación del perro.

Muchos de estos utensilios se utilizan sólo para controlar normalmente al animal, que debe pasear sujeto, para evitar el peligro de cruzar la calle sin permiso, escaparse, o molestar a otros viandantes. Pero también existen otros cuya función principal es la educación del perro y la modificación de algunas conductas problemáticas como, por ejemplo, tirar mucho de la correa, manifestaciones de agresividad o miedo, ladridos excesivos, o comer y coger cosas del suelo de forma continuada.

Para saber escoger el tipo de sujeción más apropiado hay que tener en cuenta la raza, el tamaño y la fuerza del animal. No es lo mismo pasear a un yorkshire con un flexi, que a un dogo. Un chihuahua no puede llevar un pesado collar metálico, como un fino arnés no es apropiado para un mastín. El tipo de raza también es importante. A los perros de hocico muy corto, como bulldogs o boxers, el Halti no se les adapta bien y además, como pueden padecer problemas de tráquea, es más aconsejable el uso de un arnés.

Antes de adquirir cualquier collar y correa hay que asesorarse por un profesional sobre las características, funciones y forma de utilización de cada tipo; así como de cuál es el más adecuado para nuestras necesidades y las del perro.

COLLARES
Existen collares de diversas formas y materiales. Los más corrientes son de cuero o tejido resistente, indicados para cachorros y perros adultos sin problemas de conducta. Son los denominados collares de paseo.

Hay otros collares que se utilizan principalmente para el adiestramiento. Son el collar de cabeza, los metálicos y los electrónicos. El collar de cabeza tiende a confundirse con un tipo de bozal, a pesar de que no lo es. Los collares metálicos suelen ser definidos como collares de ahogo, estranguladores o de castigo, pero no lo son, ya que un collar nunca es concebido para castigar o hacer daño al perro. Simplemente hay que saber cómo se utilizan. Los collares eléctricos solamente deben ser usados en casos muy concretos. Todos estos collares educativos debe ser siempre un profesional de la educación canina quien los aconseje, ya que un mal uso puede conllevar consecuencias peligrosas para el animal.

El collar de cabeza
También conocido como Gentle Leader o Haití. Es un ronzal para perros, semejante a la brida de los caballos. Su diseño permite tener el control del perro manejando su cabeza, y su función principal es evitar los tirones de correa, aunque también se utiliza en la corrección de varios comportamientos como, por ejemplo, la conducta agresiva o el coger o comer cosas del suelo. Con este collar el perro puede beber, comer, abrir la boca y morder. No es un bozal.

Es un collar muy recomendable para el control y adiestramiento de cualquier perro, su único inconveniente es que el perro necesita un período de adaptación al collar para que lo acepte sin problemas. De lo contrario, el animal, además de ponerse nervioso por no tener la costumbre de ser dirigido por la cabeza y tener el morro sujeto, se sentirá incómodo y tenderá a quitárselo valiéndose de las patas.

El collar de eslabones
Se trata de un collar corredizo de eslabones metálicos, concebido para ejercer una ligera presión en el cuello del perro y los hay de dos tipos, el deslizante y el semi-deslizante. El deslizante se coloca de una manera u otra, dependiendo del lado dónde se quiera llevar al perro. Hay una técnica muy fácil para hacerlo. Consiste en dibujar una P con el collar y colocársela de frente al perro si queremos llevarlo a la izquierda, invirtiéndola horizontalmente si lo queremos llevar a la derecha. De esta manera, el collar no ejerce alguna presión al llevarlo. El semi-deslizante se puede colocar de cualquier manera y es aconsejable para perros pequeños y como su nombre indica, el deslizamiento no es completo.

Sus funciones son múltiples en el adiestramiento, y se utiliza para dar pequeños toques rápidos y secos de atención al animal para luego, inmediatamente, liberarle la presión. Por esta razón es sumamente importante su colocación y manejo, porque de lo contrario puede llegar a lastimar al perro.

El collar de púas
Mal llamado collar de castigo, es un collar metálico semi-deslizante con púas romas, que se coloca con éstas hacia dentro. Existen, además, para mayor seguridad, collares con las púas rematadas con pequeños tampones de goma. Se utiliza, sobre todo, para activar al perro, conseguir mayor rapidez en sus movimientos y corregirle sin ejercer demasiada fuerza con la correa, dando al perro suaves toques de atención. Es importante que las púas tengan un acabado redondeado para no causar ningún daño.

Uno de los errores más comunes en el uso de este collar es colocarlo al revés, con las púas hacia fuera, para evitar que el perro sea mordido en el cuello. En realidad esto muy peligroso, ya que dos perros, aunque sea jugando, pueden quedarse enganchados por el collar. Entonces el juego se convierte en una pelea para recuperar la libertad, con la consiguiente dificultad de los dueños para separar a los animales.

Todos los collares metálicos deben ser retirados cuando el perro llega a casa, ya que cabe la posibilidad de que pueda engancharse en algún objeto y que el perro, al intentar salir, pueda dañarse.

COLLARES NO CONVENCIONALES
Existe una gran variedad de collares educativos no convencionales que se utilizan para el adiestramiento y la corrección de algunas conductas específicas. Son aquellos que llevan incorporada una batería, como toda la gama de collares electrónicos y el collar antiestrés. Todos ellos siempre deben ser utilizados con sentido común y bajo el asesoramiento de un profesional. De otro modo, podrían llegar a ser peligrosos para el animal.

El collar de impulsos eléctricos
Se trata de un collar que transmite impulsos eléctricos suaves mediante un mando a distancia que permite ajustar la intensidad dependiendo de la sensibilidad de cada perro. Se utiliza para el adiestramiento de acudir a la llamada, el rechazo de alimentos y la corrección de algunos tipos de agresividad.

El collar de valla invisible
Este collar emite unos pequeños impulsos eléctricos cuando el perro se aproxima a una zona delimitada por unos cables, creando así una valla invisible. Está indicado para corregir a perros con tendencia a la fuga.

El collar anti-ladrido
Existen tres tipos de collares anti-ladrido, que se activan cuando el perro empieza a ladrar. El de impulsos eléctricos emite pequeñas descargas, controlando así los ladridos molestos, perono es aconsejable para todos los perros, ya que a algunos puede agudizarles el problema. El de ultrasonidos emite unos sonidos muy molestos para el oído del perro, pero no es recomendable para perros muy sensibles. Por último está el collar de citronela que, de los tres, es el menos lesivo y puede utilizarse con casi todos los perros. Se trata de un collar con un pequeño pulverizador que libera un rocío de citronela sobre el hocico del perro, resultándoles muy molesto.

El collar anti-estrés
Este collar actúa por la acción del movimiento y el calor corporal del perro, liberando feromonas, una sustancia química natural, propia de todos los mamíferos, que tiene un efecto calmante. Está indicado para perros muy nerviosos, excitables o con problemas de ansiedad y estrés.

ARNESES
Los arneses se adaptan al cuerpo del perro y ejercen presión en el pecho. Son recomendables para canes que padecen problemas traqueales, como el bulldog, el bóxer y otros de hocico corto, a los que un collar puede ser perjudicial si tira de la correa excesivamente.

En contra de lo que piensa mucha gente, los arneses no evitan que el perro tire, sino todo lo contrario: como la mayoría de animales, los perros tienen un reflejo que provoca que al sentir presión en el pecho, empujen en sentido contrario para compensar. esta es una de las razones por la que los perros de trineo llevan arneses para arrastrar con fuerza su carga.

También existen unos arneses anti-tensión, que evitan los tirones hacia delante del perro. Estos arneses proporcionan un control total sobre los hombros del perro y tienen dos cintas corredizas que pasan por debajo de las axilas y se atan a la correa. De este modo, cuando el perro tira en exceso, las cintas se ajustan, presionan sus axilas y consiguen que el perro se detenga. Está indicado para los perros muy excitables que tiran mucho de la correa.

CORREAS
Las correas sirven para sujetar los collares o arneses y así poder manejar cómodamente al perro. Son indispensables para sacarlos a pasear. Las hay de diversos materiales, de longitud y anchura distinta, e incluso extensibles.

Las de cuero dobles con dos mosquetones y tres o cuatro anillas son las más utilizadas en el adiestramiento, ya que pueden ser graduadas en longitud y servir para diversas funciones (por ejemplo, sujetarla a un árbol o colocarla en bandolera). Son también recomendables para cualquier propietario de un perro grande o mediano, porque, además, son muy resistentes. Existe una versión en nylon.

Las correas de tela, plástico, cuero y nylon son útiles para la mayoría de perros, sobre todo medianos y pequeños; mientras que las metálicas son adecuadas en el caso de un perro destructor de correas.

El Flexi es una correa extensora de gran longitud de cinta o cordón, que sirve para controlar la distancia del perro. Sólo hay que apretar un botón para detener la extensión, y la correa se enrolla automáticamente. Además, la distancia puede permanecer fija si se desea. Su principal ventaja es que permite al perro una libertad de movimiento mucho más amplia que las demás. Es sólo recomendable para animales pequeños o que no estiren demasiado de la correa.

También existen correas dobles y graduables para pasear a dos perros simultáneamente, incluso de distinto tamaño.

A nivel profesional, en el adiestramiento, se utiliza también la correa de pista, que es una cinta o cuerda trenzada de gran longitud (de 5 y 10 m.) que sirve para poder entrenar al perro a distancia y controlarlo en algunos ejercicios, como, por ejemplo, la llamada.

Es necesario que cada perro lleve el collar y la correa más adecuada, pero además debe estar también educado para salir a la calle a pasear tranquilamente con su dueño. La falta de información sobre estos utensilios provoca incomodidades tanto para los animales como para sus propietarios. Por eso es importante dejarse asesorar por un profesional sobre cuál es el collar y la correa ideal para cada caso. De esta manera se evitará que sea el perro quién pasee a su dueño.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

GRUPOS SANGUÍNEOS DE PERROS Y GATOS

Publicado en Mallorca Diario VIP

Las diferencias entre nuestras mascotas y humanos son evidentes. También en lo que se refiere a la sangre. Mientras el sistema de grupos sanguíneos de los humanos se clasifica en A, B, O, positivos y negativos, los perros y gatos tienen otros tipos de grupos.

Como las personas, los perros también cuentan con un sistema propio para clasificar su sangre: el DEA (Dog Erythrocyte antigen o antígenos de los eritrocitos del perro). Los grupos sanguíneos de los perros son: DEA 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8.

El primer grupo sanguíneo (DEA 1) es el más frecuente entre los perros. Cerca del 50 % de los perros pertenecen a este grupo. Pero las diferencias de la sangre canina y la humana no acaba aquí. Otra importante distinción es que los cachorros de perro no nacen con anticuerpos capaces de destruir otros glóbulos rojos distintos a los suyos. Y aunque está carencia pueda parecer una limitación, tiene la ventaja de que los perros que reciben sangre de otro can es muy difícil que puedan llegar a rechazarla o tener una reacción adversa. Este tipo de reacciones incompatibles sí ocurren en las personas e incluso en los gatos desde su nacimiento.

Sin embargo, el sistema inmunitario de un perro, en cuatro o cinco días aproximadamente, aprende a responder ante la presencia de sangre ajena no compatible. Por todo ello, en caso de que un perro necesitara una segunda transfusión, habría que recurrir, exclusivamente, a la sangre de un perro donante que sí fuera compatible.

A diferencia de los perros, en los gatos existen tres grupos sanguíneos: el tipo A, tipo B y el tipo AB. El primer grupo (A) es el más habitual en la mayoría de felinos domésticos. En general, el 98% pertenece a este grupo. Menos frecuente son del tipo B (1,7%), y raramente del AB (0,1%). Pero además hay algunas variaciones en los grupos sanguíneos según las distintas zonas geográficas y también si son gatos de raza o son gatos domésticos de pelo corto y/o de pelo largo. Los de raza presentan el grupo B con mayor frecuencia, por ejemplo los gatos de raza persa lo presentan en un 20%.

En España hay cinco grandes bancos de sangre veterinarios: el Hospital Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid, el del Hospital Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona, el Banco de Sangre Canina de Valencia, el Centro de Transfusión Veterinario de Madrid y el Hospital Veterinario del Maresme.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

Posted on July 3, 2018 .