DISTINTA RAZA, DISTINTO PERRO

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Publicado en Pelo Pico Pata nº 102 - Abril 2014

Cada perro es un individuo por si mismo, con su “personalidad” y con algunas de sus conductas instintivas más desarrolladas que otras. Pero es indudable que cada raza tiene unas tendencias de comportamiento y un físico propio. Hay razas más grandes que otras, con más o con menos pelo, algunas más temerarias y otras más juguetonas y, aunque no debemos generalizar, conocer la raza es muy importante para la convivencia con un perro.

El porqué de las razas
Según la definición de Desmond Morris, eminente antropólogo y etólogo: “Una raza canina es un tipo de perro que se diferencia de todos los demás en algún aspecto, posee una historia separada, un nombre concreto y ha sido criado durante varias generaciones.”

En un principio, las razas de perros fueron creadas por el hombre a través de una selección genética y, de este modo, conseguir un tipo determinado de perro con unas características físicas y psíquicas específicas. El motivo principal de esta crianza era el de conseguir perros para funciones diversas como, por ejemplo: la caza, la guarda, el pastoreo, etc.

Actualmente, las razas caninas siguen existiendo e incluso aumentando, pero la función del perro en nuestra sociedad es básicamente la de perro de compañía. En muchos hogares podemos ver perros pastores, como los border collies; perros de caza, como los beagles, los labradores o los cockers; y otras razas que, aunque ahora mismo el único trabajo que tienen es jugar, pasear y acompañar, siguen teniendo el mismo físico y las mismas tendencias instintivas por las que fueron seleccionadas.  

El tamaño si importa
Al nacer, casi todos los perros tienen un tamaño parecido: son muy pequeños. No cuesta nada manipularlos y controlarlos. Los podemos coger en brazos e incluso no nos importa que suban al sofá o a la cama. Pero crecen, y algunos mucho más que otros. Sin irnos a los extremos de pensar en la diferencia entre un dogo y un chihuahua, hemos de pensar que un labrador o un pastor alemán -que son perros de tamaño mediano-, pueden llegar a pesar más de 30 kg y entonces ya no son tan fáciles de controlar.

Pasear un perro de pequeño tamaño nunca es un problema, pero cuando lo que tenemos en casa es un perro mediano o grande y no lo tenemos bien educado, el paseo puede convertirse en una aventura desagradable. Además siempre hay gente a la que no le gustan los perros y aunque no suelen decir nada cuando se les acerca un perro pequeño, es posible que nos lleguen a llamar la atención si nos ven con un perro más grande suelto por el parque o en algún otro lugar público.

¿Cuánto pelo queremos en casa?
El tipo de pelo de nuestra mascota también es importante. Existen muchísimos pelajes distintos que requieren cuidados diferentes. Hay perros que casi no sueltan pelo, como el Yorkshire terrier, por ejemplo, pero hay que llevarlos a la peluquería a cortárselo y han de ser cepillados asiduamente. También hay perros con el pelo corto que, aunque parezca que no nos pueden dar tanto trabajo, sus pequeños pelos se pegan por todos los lugares de la casa y en nuestra ropa y no es tan fácil sacarlos. Y luego, están los perros de pelo largo, con una subcapa de lana que, sobre todo en época calurosa, deja verdaderas alfombras de pelo por toda la casa. En definitiva, todos dan trabajo y todos necesitan unos cuidados. En el caso de que alguien de la familia padezca alergia al pelaje canino, lo aconsejable es procurarse una raza que no mude, como Bo, el perro de agua portugués del presidente de los EEUU Barack Obama, que precisamente lo escogió por la alergia que padecía una de sus hijas.

Perros de muchas formas
No existe ningún otro animal en el planeta con características físicas tan diversas dentro de su especie. Hay perros con grandes orejas caídas y redondeadas, otros con pequeñas orejas puntiagudas; perros con distintas capa de pelo y de diferentes colores; algunos con patas extremadamente cortas o con un tronco alargado; también encontramos perros con grandes cabezas desproporcionadas a su cuerpo y morros muy chatos. Los hay incluso con la piel totalmente arrugada.

Todos estas diferencias son producto de la selección artificial que ha hecho el hombre con los perros. Actualmente la mayoría de perros han dejado de ejercer las funciones por las que habían sido criados, y eso ha provocado que para mucha gente el aspecto físico del animal sea lo más importante. Pero esta selección puede derivar en algunos problemas de salud:

Los perros de morro chato, como el bulldog, el bóxer, el pekinés o el carlino, suelen tener problemas respiratorios causados por su “deformidad”. Algunos de ellos, cómo los bulldog ingleses, pueden padecer problemas en sus articulaciones por la dificultad de que sus pequeñas patas puedan soportar todo el peso de un cuerpo grande. Además, también hay que tener en cuenta que aunque todos los perros "saben" nadar, muchas de las razas de morro corto y con un cuello poco esbelto, tienen problemas para sacar la cabeza del agua y respirar. No es aconsejable animarlos a bañarse en el mar o en un lago.

Otros perros como los dogos, los bóxers y otras razas que tienen los párpados caídos y la cara arrugada son proclives a padecer molestias oculares que hay que cuidar asiduamente.

A los perros con orejas caídas y muy grandes, como los basset hound o los cockers, hay que revisarles de vez en cuando las orejas y el interior del oído, pues muchas veces las arrastran por el suelo o se les enganchan en zarzas. Son perros con propensión a padecer infecciones de oído.

Una raza, un comportamiento
Todos los perros poseen los mismos instintos. Pero algunas razas tienen algunas de esas conductas instintivas más desarrolladas que otras. Pongamos algunos ejemplos:

No podemos pretender que un perro de raza husky sea el guardián de la casa. Es un perro criado para el tiro de trineos y para él, su territorio es de cientos de kilómetros cuadrados. Esta es una de las causas que hace que esta raza de perros tenga fama de escapista.

Los golden retrevier y los labradores son perros de caza, utilizados para la función de cobrar la presa. Por lo tanto, una de sus características principales es que les encanta coger cosas con la boca y esta tendencia a veces también se convierte en un problema, ya que es una de las razas que más “roban” objetos de la casa y destruyen otras cosas que se llevan a la boca. Además, en su trabajo, solían ir a recoger las presas abatidas en el agua, así que no nos extrañemos si vemos a nuestro labrador revolcándose en cualquier charco. Les encanta.

Otros perros de raza cazadora como los beagles y los basset hound, por ejemplo, como sabuesos que son, solían trabajar en jauría, rastreando por delante del cazador y ladrando continuamente. De esta forma el cazador sabía por donde seguir el rastro. El ladrido de estos perros tiene unos tonos agudos que, aunque son de gran valor para localizarlos, en nuestro hogar o en la calle, resulta muy molesto.

Muchos perros de pequeño tamaño, como el Yorkshire terrier, el teckel, o el fox terrier, eran utilizados como cazadores de madriguera. Su carácter tozudo y su valentía además de su tamaño, hacían de estos perros unos especialistas en la caza de pequeños mamíferos. Estaban preparados para introducirse dentro de las madrigueras hasta acorralar a la presa o hacerla huir por otra salida donde el cazador esperaba. A esta raza de perro se le podría definir como “pequeña pero matona”.

Otras razas cazadoras como los pointers, los setters o los cockers tienen muy desarrollado el comportamiento instintivo de acechar, perseguir, atrapar y sacudir. En la ciudad son perros a los que les encanta perseguir pájaros, lanzarse hacia un grupo de palomas para que alcen el vuelo y algunos pueden dar problemas como la persecución de coches o bicicletas. Su desarrollado instinto cazador hace que intenten atrapar todo lo que se mueve.

Los perros pastores como por ejemplo los border collies o los pastores belgas o alemanes son animales preparados para vivir en el campo. La función para la que en un principio fueron seleccionados era la de guiar y controlar el ganado, pero ahora se han convertido en animales de compañía. El caso del pastor alemán es algo distinto, pues por sus características, se ha convertido en un perro para todo. Es utilizado como perro policía, perro de rescate, e incluso compite en pruebas deportivas. Pero los perros de raza border collie y pastor belga no se han adaptado tan bien. Son perros con un oído finísimo y bastante activos y nerviosos. En las ciudades, con tantos coches y ruidos distintos suelen estresarse bastante y además, necesitan mucho espacio, actividad y largos paseos.

Los perros de guarda han sido seleccionados para vigilar las propiedades de sus dueños y muchos de estos perros siguen ejerciendo este trabajo en sus hogares, aunque ahora mismo no sea ésta su función principal. Hablamos de perros de raza mastín, rottweiler, doberman, bóxer, etc. Algunas de estas razas han sido clasificadas como razas potencialmente peligrosas, pero hay que tener en cuenta que estos perros sólo manifiestan el comportamiento por el que fueron seleccionados. La cuestión de la peligrosidad de estas razas depende de la educación que reciban por parte de sus dueños. Un rottweiler puede hacer el mismo daño que un caniche gigante y mucho menos que un chihuahua, eso esta claro.

No todos las razas han sido creadas para trabajar. Los perros de compañía también han existido desde hace muchos años. Perros de raza caniche, bichón, pomeriana, etc, son perros de pequeño tamaño que han sido criados exclusivamente para ejercer de mascotas. Pero esto no quiere decir que sólo los individuos de estas razas se adapten perfectamente como animales de compañía. Los mayoría de perros de razas “trabajadoras” se han adaptado igual de bien o mejor.

Perros mestizos ¿Son otra raza?
Los perros mestizos, como normalmente se les conoce, son perros sin raza, provenientes de padres de raza distinta o de antepasados ya cruzados. Estos animales no suelen tener tantos problemas de salud como los seleccionados artificialmente por el hombre, y una de las razones es que en estos casos impera la ley de la supervivencia del más fuerte.

El comportamiento y las tendencias instintivas de este tipo de perros es más difícil de predecir, pero siempre influirá su ascendencia genética. Lo normal es que si nos guiamos por el aspecto físico, los perros parecidos a las razas cazadoras tengan un instinto depredador más desarrollado, los más semejantes a los perros de guarda sean más territoriales, etc.

Actualmente, muchos perros de los cuerpos de seguridad, los que trabajan en rescate de personas en catástrofes, y los perros de terapia o de ayuda a discapacitados físicos son perros mestizos que desempeñan su labor de forma inmejorable.

Esta claro que cada perro es distinto a otro, y que podemos conocer cómo va ser nuestra mascota, los cuidados que necesitará y que tamaño alcanzará si conocemos su raza. Eso es una ventaja, pero también los perros mestizos pueden darnos muchas alegrías como animales de compañía. Como hemos dicho antes, no hay que generalizar, no sea que nostachen de racistas.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé