LOS JUGUETES Y LA EDUCACIÓN DEL PERRO

Publicado en Especies nº 127 - Julio 2009

Jugar es una conducta casi exclusiva de los mamíferos. En la mayoría de los animales, la frecuencia e intensidad de este comportamiento disminuye a medida que llegan a la edad adulta, sin embargo,  tanto en los perros como en los humanos, la afición al juego se prolonga durante toda la vida.

El juego en el perro es un tipo de actividad que puede definirse como una reproducción ficticia de algunos de sus comportamientos instintivos, y que aparece alrededor del primer mes de vida, cuando el animal inicia su periodo de socialización. En esta etapa, el cachorro aprende a jugar con sus hermanos, a explorar su entorno y a comunicarse, todo ello sumamente importante para su posterior desarrollo.

Los juegos favoritos de los perros son aquellos que imitan sus conductas instintivas, especialmente el comportamiento cazador (buscar, acechar, abalanzarse, perseguir, sujetar y sacudir), que se manifiesta, por ejemplo, cuando el perro va a buscar una pelota; jugando al tira y afloja con una cuerda o cualquier otro juguete; recreándose persiguiendo y siendo perseguido por otro perro o bien una persona; o cuando entierra una pelota.

Jugar con el perro influye en el desarrollo de su personalidad y en su aprendizaje. El juego es muy beneficioso: crea un vínculo entre el can y sus dueños, alivia tensiones, es una forma de integración en la familia, establece un código de comunicación con las personas y, sobre todo, es el mejor instrumento para el adiestramiento en positivo, ya que refuerza su aprendizaje.

Los juguetes que se comercializan en las tiendas especializadas son los más adecuados para educar correctamente al perro cuando existen problemas de comportamiento como la masticación inadecuada de objetos por la ansiedad por separación de sus dueños, los cambios de dentición de los cachorros, la excitabilidad excesiva, el no acudir a la llamada, el ladrido continuo, o el estirar continuamente de la correa durante los paseos.

En el adiestramiento, el perro ha de estar muy motivado por los juguetes utilizados, y nunca hay que permitir que juegue con algún otro objeto que no sea el que se haya elegido para él.

Tipologías de juguetes:

La pelota
La pelota se puede lanzar de forma que ruede por el suelo o que bote varias veces. Este juego estimula al perro y, sobre todo, si se utilizan dos, se puede practicar la acción de acudir a la llamada. Una variante de la pelota lleva una cuerda atada y se suele utilizar para el aprendizaje de caminar junto al dueño. El dueño siempre tendrá controlada la pelota y el perro lo seguirá.

El frisbee
El frisbee es un disco de plástico que se utiliza para lanzar y conseguir que un perro pueda ejercitarse saltando y corriendo. Al ser más lento que una pelota, su movimiento se asemeja al de las presas reales, por lo que es un juego que suele gustar mucho a los perros. Además en el adiestramiento a la llamada, es muy efectivo, ya que el can suele traer el disco a su dueño para que lo vuelva a lanzar.

Las cuerdas
Son unas gruesas cuerdas, normalmente de hilos de colores y de diferentes tamaños, anudadas en los extremos. Como al perro le encanta jugar al tira y afloja, con ellas podemos enseñarle a llevar objetos en la boca y que los suelte a la orden. Jugar a estirar también es una forma ideal de eliminar el estrés del perro después de una jornada de adiestramiento.

Los dummies
Los dummies son objetos de plástico o goma, de forma alargada, prolongados con una cuerda. Están pensados para que el perro no los agarre con demasiada fuerza, por lo que son característicos para la enseñanza del cobro en la caza, que requiere que el perro traiga la presa sin dañarla.

Juguetes que suenan
Son de plástico, con pito incorporado, y los hay de diversas formas y tamaños. En el adiestramiento se utilizan para requerir la atención del perro cuando sea necesario.

Juguetes interactivos
Son juguetes de goma o plástico muy resistentes y huecos, que permiten rellenarlos con golosinas o comida. Para un perro, estar ocupado es muy importante y la comida que se oculta, al ser difícil de extraer, hace que el animal pase mucho tiempo intentando atraparla. La gran ventaja de estos juguetes es que son muy seguros y que se pueden rellenar con comida diferente cada vez, lo que hace que el perro los espere con avidez. Se utilizan preferentemente para evitar la masticación destructiva, los ladridos continuos al quedarse solo en casa, la ansiedad por separación, y para tenerlo ocupado cuando convenga.

Los hay de dos tipos: los juguetes Kong y los cubos dosificadores. Los Kong son de muchas formas y rebotan y ruedan de forma diferente a una pelota, por lo que atraen mucho más la atención del animal. El cubo dosificador de comida es una de las últimas novedades salidas al mercado y tiene varios compartimentos donde hay que introducir comida.

Hay que tener en cuenta que cada perro necesita un juguete apropiado a su tamaño. Un perro pequeño rechazará un juguete demasiado grande para él porque no podrá sujetarlo cómodamente. De igual manera, un juguete muy pequeño para un perro grande puede ser peligroso, ya que cabe la posibilidad de que se quede atravesado en la garganta.

Mediante el juego, los perros pueden aprender y practicar múltiples conductas, además de ser una inmejorable manera de comunicarnos con ellos. Con los juguetes apropiados se consigue que su educación sea mucho más fácil y divertida, también para sus dueños.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé